La fiesta comienza el domingo anterior al 24 de junio, cuando un payés vestido con pieles de cordero recorre descalzo las calles de Ciutadella, invitando a todos a unirse a la celebración. Este personaje, conocido como "els cavallers" o "els caixers", se convierte en un símbolo vivo de la tradición y la alegría que caracterizan la Fiesta de Sant Joan.

El día 23, a las 2 de la tarde, tiene lugar un momento clave de la celebración en el Palacio del "Caixer Senyor". Es en este lugar donde suena por primera vez el "flabiol", una flauta hecha de caña que acompaña permanentemente la festividad. Este instrumento marca el inicio de las festividades y suena en distintos momentos durante los días de la fiesta, creando una atmósfera especial y festiva.

El "jaleo" es uno de los momentos más esperados de la Fiesta de Sant Joan. En esta parte de la celebración, los caballos con sus jinetes demuestran su destreza y habilidades ecuestres en las calles de Ciutadella. Al son del "jaleo", una música típica de la fiesta interpretada por tambores y clarinetes, los caballos bailan y galopan mientras los jinetes los guían con maestría. Es un espectáculo impresionante que atrae la atención y el aplauso de los espectadores.

El día 24 de junio, la festividad alcanza su punto culminante con los juegos ecuestres. Estas pruebas de habilidad y destreza se llevan a cabo en un circuito especialmente preparado para la ocasión. Los jinetes compiten en carreras y realizan maniobras impresionantes con sus caballos, demostrando su valentía y destreza. Los juegos ecuestres son una tradición arraigada que refleja la pasión de Menorca por los caballos y su importancia en la cultura local.

La Fiesta de Sant Joan también está asociada con la celebración de la Noche de San Juan, una festividad que se remonta a la antigüedad y se celebra en casi todas las culturas del mundo. La noche del 24 de junio, que coincide con el solsticio de verano, es la más corta del año. Se cree que, en esta noche mágica, se pueden ahuyentar a los malos espíritus y atraer a los buenos, así como llevar a cabo encantamientos de amor y fertilidad. Es tradicional encender hogueras, saltar sobre ellas y disfrutar de una velada festiva llena de alegría y buena energía.

Durante la Fiesta de Sant Joan, los jinetes y sus caballos son los protagonistas indiscutibles de la celebración. Los caballos son cuidadosamente preparados para la ocasión, con sus crines trenzadas y sus monturas adornadas con cintas y flores. Los jinetes, por su parte, visten trajes tradicionales y llevan sombreros de ala ancha que les confieren un aspecto elegante y distintivo.

Además de los juegos y las pruebas ecuestres, la Fiesta de Sant Joan en Menorca ofrece una amplia variedad de actividades para disfrutar en familia. Los visitantes pueden participar en concursos de disfraces, donde se premia la originalidad y la creatividad. Asimismo, hay ferias de artesanía donde se pueden adquirir productos locales y recuerdos de la isla.

La gastronomía también ocupa un lugar destacado durante la celebración. Los puestos de comida y bebida ofrecen una amplia selección de platos típicos de Menorca, como la caldereta de langosta, los embutidos y los quesos artesanales. Pero sin duda, la bebida estrella de la fiesta es la famosa Pomada, una refrescante mezcla de ginebra y limonada que se convierte en el compañero perfecto para disfrutar de la fiesta bajo el sol mediterráneo.

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